SEBASTIÁN Y JIMENA
POV SEBASTIÁN
Jimena y yo nos habíamos convertido en los mejores amigos del mundo, nos contábamos todos, y de hecho decíamos nuestros pensamientos más profundos del momentos, pero yo notaba que cada día que pasaba a su lado o cada segundo, iba teniendo un lugar más importante en mi corazón, cada vez que la veía era como verla por primera y la ultima vez, era esos sentimientos que por más que quisieras, no querías ocultarlos pero por miedo a no ser correspondido lo hacías.
Todos al parecer organizaban una visita a Isla Esme, Jimena estaba muy emocionada porque por fin iba a conocer la muy famosa isla de la cual todos hablaban.
Jimena y yo estábamos en el bosque agarrados de las manos, no era raro para nosotros estar tomados de las manos ya que se nos hacia algo natural como el respirar, y recostados en el suelo. Justo en esos momentos quería decirle que la amaba, que me encantaba estar a su lado, pero simplemente no quería perder su amistad, si por mi amor por ella no era correspondido como yo quisiera que fuera.
-Jimena...
-Sebastián…-dijimos los dos al mismo tiempo, nos reímos de lo sincronizado que se oyó.
-Dilo tu primero…
-Dilo tu primero….-y otra vez lo dijimos al unisonó, y una vez más nos reímos.
-Quiero que lo digas tú…- se adelanto Jimena
Le iba a confesar mi amor por ella, sin temor a ser o no ser correspondido.
-Pues…-pero lo malo era que no sabía ni cómo empezar con mi confesión de amor-…yo quería decirte algo muy importante para mí, y para mis sentimientos-le dije
-Aja
-Yo quería decirte que de verdad…-no podía seguir-…que de verdad te amo…-y cuando pronuncie la última palabra me calle automáticamente.
-Wow…-dijo ella. ¿Cuál iba a ser su reacción ante mi confesión? ¿Se iba a alejar de mí? No sabía siquiera que pensar. Se levanto un poco para poder verme mejor
-¿Qué es lo que tú quieres?-le pregunte
-lo que yo quiero…
-si lo que tú quieres
Pero en lugar de tener respuesta como yo esperaba, lo único que hizo fue estampar sus hermosos labios sobre los míos. Aquel beso era como sellar todos mis sentimientos hacia ella, era como decirle con cada movimiento: “te amo, y no lo puedo evitar”.
Nuestros labios ya tenían un lugar, como si hubiéramos nacido para estar juntos, como si fuera la pieza faltante de mi corazón.
Cuando nuestros labios se separaron, no dijimos nada, solo nos vimos a los ojos.
-Te amo…
-y yo a ti…
Era el hombre más feliz del mundo al saber que mi amor también era correspondido.
-¿Señorita Jimena, me haría el grandísimo honor de ser mi novia?
-Joven Sebastián… creo que sí. Si le haría el honor de ser su novia-me contesto muy amorosa y con una sonrisa.
Nos dimos otro beso y ese fue simplemente único. Cuando nuestros labios se separaron ella musito mi nombre seguido de un “te amo”.
-Y yo a ti…-y le puse muy suavemente mis labios sobre los suyos…
Nos acostamos una vez más sobre el suelo y tomo una de mis manos, no dijimos nada por unos minutos, dejamos que nuestras respiraciones dijeran todo.
Cerré los ojos por unos segundos y cuando los abrí una vez más, ella, el amor de mi existencia, estaba viéndome fijamente, como nunca lo había hecho, nos quedamos viéndonos fijamente el uno al otro como intentado ver a través de nosotros mismos. Y un segundo más tarde la vi sobre mi, y sin pensarlo si quiera la abracé por la cintura, ella lentamente puso su cabeza sobre mi pecho y cálidamente le di un beso en su coronilla aun abrazada de su cintura.
Nos quedamos ahí unos minutos sin decir ni una sola palabra. Ella recargada en mi pecho y yo frotando su espalda con una de mis manos y con la otra abrazándola.
No sabía cuánto tiempo iba a durar esto, pero mientras tanto, ese momento era el mejor de ellos.
Ella se empezó a parar lentamente, y yo también lo empecé a hacer. Me tendió una mano para ayudarme a incorporarme.
-Vamos a decirles a los Cullen…-dijo muy emocionada
-…-no sabía que decirle, no me podía negarme con la cara que me estaba poniendo-. Si eso es lo que quieres iremos a decirles.
-Eso es lo que quiero
Nos quedamos callados unos momentos, asimilando lo que estaba pasando. En menos de un mes ya tenía a una novia que me amaba y que yo a ella también. No sabía que decir en esos momentos. De pronto ella me abrazo y yo a ella, y lentamente susurro:
-Te amo Sebastián
-Te amo Jimena
-Ya es hora-me dijo de pronto.
Nos tomamos de las manos y nos dirigimos a la casa, donde seguramente estaban todos. Entramos por la puerta principal, y en la sala estaban todos reunidos. Bella estaba en las piernas de Edward, acurrucada, mientras que Edward solo le frotaba la espalda de arriba abajo. Emmett y Jasper estaban jugando videojuegos. Renesme y Alec tenían a Romeo y a Julieta en sus brazos. Alice, Rosalie y Jane estaban discutiendo del viaje a Isla Esme. Carlisle y Esme estaban sentados en el suelo con las manos unidas y viendo a Jasper y a Emmett jugar.
Nadie nos presto atención cuando Jimena y yo llegamos a la sala.
-Mmm…familia-dijo Jimena muy insegura de sí misma. Todos voltearon a vernos, y en cuanto Edward vio nuestras manos unidas se le pusieron los ojos como platos…
-Queremos darles una not…-les dije yo, pero Edward me interrumpió a mitad de la frase
-No hace falta Sebastián. Creo que toda la familia ya sabe la noticia-dijo apenas en un susurro lastimero.
-Pero, ¿Por qué reaccionas así papá?-le pregunto Jimena
-Me… ¿me dijiste…papá?-pregunto perplejo Edward
-Pues sí, ¿acaso no eres eso para mi?
-Eso creo…-contesto Edward y se le quebró la voz dos veces.
Jimena se soltó de mi y fue con Edward a abrazarlo, y él le correspondió el abrazo.
Renesme se puso celosa, se le veía en el rostro…
-No te pongas celosa Renesme…-le dijo Bella, todos voltearon a ver la cara de Renesme y era muy pocos amigos, todos rieron.
-Bueno chicos…-dijo Edward con una sonrisa-… felicidades, que les vaya muy bien. Sebastián quiero que la ¡cuides!-y marco mucho la última palabra.
-Claro que si Edward-le jure. Todos rieron y aplaudieron
Pasaron dos días más y nos fuimos a Isla Esme.
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espero y les guste
